Parashat Chukat-Balak
Numeros 19:1–25:9
En esta parashá leemos sobre la muerte de los hermanos de Moshé. Cuando Aarón muere, Moshé y todo el pueblo guardará duelo durante treinta días. Sin embargo, cuando Miriam muere no leemos sobre el duelo de sus hermanos o del pueblo. Aarón tendrá un sustituto, su hijo, Eleazar, quien heredará su puesto como sacerdote, por eso, antes de su muerte, Moshé le despojará de sus ropajes sacerdotales para que Eleazar los vista.
En el caso de Miriam, nadie podrá sustituirla. La ausencia de Miriam acarreará un duelo diferente, porque el pueblo se quedará sin agua. Miriam era quien encontraba los pozos de agua, vital para sobrevivir en el desierto, básica para la vida. Solo Dios será capaz de poder volver a encontrar agua para el pueblo de Israel. Ni siquiera Moshé y Aarón serán capaces de conseguir agua, sin que les acarree graves problemas en el futuro.
Se suele decir que nadie es imprescindible, pero a veces aparecen en nuestras vidas personas irrepetibles. Aarón, el kohen, será sustituido por su hijo aún antes de morir, Moshé cederá su puesto a Joshua antes de morir, pero a Miriam, nadie podrá sustituirla, ella será uno de esos personajes irrepetibles en la Torá, aunque no ostentara un título tan importante como el de kohen, o el de rabeinu.