Miriam Massons, responsable de la Kashrut
Fui miembro de Atid cuando se inició y ayudé con otros voluntarios a arreglar el local de la calle Castanyer para que pudiera funcionar con normalidad. Pasados dos años me fui por motivos personales.
Hace unos cuatro años volví cuando supe que Atid se había convertido en masorti. Necesitaba una comunidad judía respetuosa con el halahá y donde hombres y mujeres tuvieran los mismos deberes y derechos, especialmente en la sinagoga.
La estancia del rabino Berkowitz fue muy importante para mí por su honestidad, conocimientos y bondad. Ahora creo que con la rabino Irene tenemos una persona muy cualificada y honesta y con dedicación completa a la comunidad.
Al volver, encontré una comunidad que en algunos aspectos se iba haciendo, y pensé sería bueno ayudar a construir estructuras funcionales. Rehacer la cocina creo que es una pasa importante para mejorar el local y tener una cocina kasher donde todo el mundo se sienta bienvenido y, además, disponer de un espacio de encuentro, convivencia y acogida. Ahora quisiera que la biblioteca con el tiempo se convirtiera también en un lugar de encuentro y aprendizaje para compartir conocimientos y disfrutar de ellos.