Parashat Beha'alotcha
Numbers 8:1 -12:16
Aharon es comandado en la iluminación de la Menorah, los levitas se purifican para el servicio en el Tabernáculo (entrenaron a partir de la edad 25-30 y sirvieron de la edad 30-50). La primera Pesaj se celebra desde que salió de Egipto. El Todopoderoso instruye al pueblo judío a viajar en el desierto siempre que la nube siempre presente se eleva desde arriba del Tabernáculo y al campamento donde descansa. Moshe tiene instrucciones de hacer sonar dos trompetas de plata antes de la batalla o proclamar un Yom Tov (un día de fiesta).
La gente viaja al desierto de Paran, durante el cual se rebelaron dos veces contra el liderazgo del Todopoderoso. La segunda vez que se quejan del aburrido sabor de la maneh y la falta de carne en el desierto. El Todopoderoso envía una cantidad masiva de codornices y los que se rebelaron murieron.
Moshe pide a su suegro, Yitro (Jetro) que viaje con ellos en el desierto, pero Yitro regresa a Madián.
Miriam, la hermana de Moshé, habla lashon hora (difamar palabras) acerca de Moshé. Ella es golpeada con Tzora'as (la enfermedad mística de la piel que indicó que una persona habló incorrectamente sobre otra persona) y se exila del campo por una semana.
Rashi comenta que cuando la gente se quejaba, no tenían ninguna causa real para quejarse; Sólo buscaban una excusa para separarse del Todopoderoso. Al encontrar lo que suena como una queja, se sentían justificados en mantener una distancia del Creador.
Cuando alguien se da cuenta de todo lo que el Todopoderoso hace por él, no tendrá una actitud de queja. Hay momentos en que una persona tiene necesidades y tiempos incumplidos cuando está sufriendo. Es un tiempo para la acción y la oración.
Quejarse, sin embargo, es incorrecto. El tema subyacente detrás de un quejumbroso no es necesariamente que él quiera que la situación mejore, sino que él quiera tener los beneficios de quejarse - sentirse libre de las obligaciones para todo el bien que la otra persona (o el Todopoderoso) ha hecho . En última instancia, una persona que pasa por la vida quejándose no aprecia el bien en su vida.
Cuando uno se centra sólo en lo que le falta, se ciega a sí mismo a lo que sí tiene. No importa cuánto tenga, siempre habrá algo de que quejarse si usted busca lo suficiente. Esta actitud no es simplemente un medio por el cual una persona se hace una existencia miserable. Es una contradicción directa con nuestra obligación de estar agradecidos al Todopoderoso.
Cualquiera que tenga esta actitud negativa debe hacer un esfuerzo concertado para acumular el hábito de apreciar lo que tiene y lo que le sucede. Esto es crucial tanto por razones espirituales como por la felicidad en la vida. Esto se aplica especialmente a la relación de uno con su cónyuge!