Parashat Vaetchanan

Deuteronomy 3:23 - 7:11

Moshé ruega a Dios que entre en Tierra Santa, pero es rechazado. (Recuerde, Dios siempre responde a sus oraciones - a veces con un 'sí', a veces con un 'no' ... y algunas veces con un 'todavía no'.) Moshe ordena a los Hijos de Israel no añadir ni restar de las palabras De la Torá y guardar todos los mandamientos. Luego les recuerda que Dios no tiene forma ni forma y que no debemos hacer ni adorar ídolos de ningún tipo.

Las ciudades de Bezer, Ramot y Golan son designadas como Ciudades de Refugio al este del río Jordán. Los asesinos accidentales pueden escapar allí para evitar parientes vengativos. Entonces esperan allí hasta que lo intenten.

Los Diez Mandamientos se repiten a todo el pueblo judío. Moshé entonces expone el Shema, afirmando la unidad de Dios, a quien todos deben amar y transmitir Sus mandamientos a la próxima generación. Un hombre debe usar Tefillin en el brazo y la cabeza. Todos los judíos deben poner una Mezuzá (el rollo es la parte esencial) en cada poste de su casa (excepto el baño).

Moshé entonces transmite la orden del Todopoderoso de no casarse 'porque ellos alejarán a Sus hijos de Mí' (Deuteronomio 7: 3-4).

La Torá declara:

'Amarás a tu Dios con todo tu corazón' (Deuteronomio 6: 5). ¿Qué lección podemos aprender de este versículo?

'Haced su voluntad por amor, el que sirve por amor no puede ser comparado con el que sirve por temor: el que sirve a su amo por temor, una vez que el amo lo sobrecargue, saldrá y seguirá su propio camino '(Rashi).

Estas palabras son el único método más grande por el cual los padres pueden evitar que sus hijos se desvíen. Los niños que obedecen a sus padres por temor, ya sea por miedo al castigo o por incurrir en su desaprobación, bien pueden reaccionar como dice Rashi. Cuando sienten que las demandas de los padres son excesivas, pueden rebelarse o seguir su propio camino. No es así si obedecen a sus padres por amor.

El amor de los padres hacia sus hijos es innato. Los animales también cuidan y nutren a sus hijos. El amor de los niños por los padres debe ganarse. Si los padres actúan de una manera que merece la admiración de sus hijos, reciben su amor. Tales niños son probables evitar hacer cualquier cosa que afligirá a sus padres. Cualquier padre que se basa en la autoridad para hacer que sus hijos hagan sus deseos puede encontrarse desilusionado y decepcionado cuando los niños hacen como Rashi dice, 'dejarlo y seguir su propio camino'.

Los padres deben disciplinar a sus hijos, pero deben hacerlo de una manera que no los humille y les cause vergüenza. La disciplina por intimidación evoca resentimiento, no amor.