Parashat Shmini
Leviticus 9-11
Al octavo día se consagra el Tabernáculo. ¿Por qué al octavo día? En bMeguilá 10b leemos que como son siete los días de la Creación, el octavo día no solo señala que empieza un nuevo ciclo, sino que es además un día de alegría y celebración. Pero también el octavo es un día en el que empieza la realidad de la cotidianidad, en el que ya ha finalizado el periodo de aprendizaje y los sacerdotes y demás encargados del culto al Templo deberán poner en práctica lo que han aprendido. Y como todo aquel que empieza algo nuevo, cometen errores, algunos de los cuales les costará la vida, como es el caso de los hijos de Aarón: Nadab y Abihu.
En bSanhedrin 52a se explica que Nadab y Abihu fueron consumidos por dentro dejando sus cuerpos intactos. Por otro lado, los comentaristas creen que la muerte de los hijos de Aarón se debe a muchos y variados motivos entre los que destacan: la ambición desmesurada, un individualismo exacerbado, o un exceso de piedad. Parece ser que el error que cometieron no fue la causa de su muerte, sino su actitud egoísta y soberbia que llegó a consumirles el alma. Así, en el día octavo, que se supone de regocijo y de alegría, Aarón sufre una grave pérdida que lo dejará sin palabras.