Todos marcharon a la guerra
Cuando los nazis ascendieron al poder y, posteriormente, tras la anexión de Austria a Alemania, fueron muchos los judíos -y también no judíos-, los que huyeron para refugiarse y asentarse en Francia.
Sin embargo, tras declararse la guerra, las autoridades francesas consideraron a esos refugiados austríacos y alemanes como extranjeros y enemigos potenciales, razón por la que fueron detenidos y confinados en campos de internamiento y de trabajo hasta que no se demostrase su inocencia.
La novela “Todos marcharon a la guerra” de David Vogel, trata precisamente de este trágico episodio que él mismo experimentó. Se trata, pues, de una novela autobiográfica, escrita a principios de 1940 y publicada póstumamente.
David Vogel, nacido en Ucrania en 1891, se instaló en Viena en 1912 y en 1922 obtuvo la nacionalidad austríaca. En 1929 se estableció en París, donde fue detenido y encarcelado en 1932 por ser ciudadano austríaco. Años después, una vez liberado, fue detenido por los nazis y deportado a Auschwitz, donde fue asesinado en 1944.
Esta excelente novela, escrita en hebreo a principios de 1940 ha sido traducida por Rhoda Henelde y Jacob Abecasís, y publicada por la editorial Xordica.