Parashat Mishpatim
Exodus 21-24
Muchos son los vocablos que se utilizan en esta porción de la Torá para definir, afinar y aclarar los Aseret Hadibrot (los Diez Mandamientos) de la parashá anterior. Parece como si esta porción fuera una explicación, una aclaración o un midrash a los Aseret Hadibrot. Mishpatim clarifica las relaciones que deben establecerse entre los miembros de la sociedad que se establece a los pies del Monte Sinaí. Se trata de un pueblo libre de la esclavitud de Egipto, pero que se verá sujeto a la avaricia, la envidia, el egoísmo, y tantos otros. Para prevenir todo ello, o para aprender qué hacer en caso de errar, Rashi concluye que en las tablas de piedra donde se inscribirán cada uno de los Aseret Hadiberot se incluirán las 613 mitzvot, de las cuales, según Maimónides, habrán algunas que estaremos obligados a cumplir, y otras que no. ¿Dónde estarán esas 613 mitzvot?
En la interpretación, que ya empieza aquí en Mishpatim, una interpretación que continúa hasta nuestros días en cada uno de nosotros. Una interpretación que como decía Rabbi Lord Jonathan Sacks Z’’L, es necesaria, pero siempre apoyada en la tradición.